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agosto 10, 2024

Cambio de Gas Refrigerante Retrofit

El retrofit en sistemas de refrigeración y en unidades de aire acondicionado, es cada vez más relevante debido a la necesidad de cumplir con las regulaciones ambientales y mejorar la eficiencia energética. Este proceso no solo ayuda a mantener el rendimiento óptimo de los sistemas, sino que también contribuye a reducir el impacto ambiental al sustituir refrigerantes obsoletos por otros más ecológicos.

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    ¿Por Qué Realizar un Cambio de Gas Refrigerante?

    La sustitución del gas refrigerante es esencial en sistemas que utilizan refrigerantes antiguos, como el R-22, que están siendo eliminados debido a su alto impacto en el calentamiento global. Un retrofit permite mantener el sistema funcionando de manera eficiente sin tener que reemplazar todo el equipo, lo que supone un ahorro considerable. Además, evita problemas de escasez y altos costos asociados con los refrigerantes antiguos.


    Retrofit

    Este método implica cambiar el refrigerante y realizar modificaciones en componentes clave como válvulas, compresores y controladores, asegurando una mayor compatibilidad y eficiencia.


    Consideraciones Previas al Retrofit

    Antes de proceder con el retrofit, es fundamental evaluar la compatibilidad del sistema con el nuevo refrigerante y determinar si se necesita un retrofit completo o un drop-in. También es necesario planificar el proceso, asegurándose de contar con las herramientas de refrigeración y accesorios para frigorista adecuados.


    Cómo Realizar un Retrofit, paso a paso

    Paso 1: Evaluación Inicial del Sistema

    • Verifica el Estado del Sistema: Inspecciona todos los componentes, incluyendo el compresor, válvulas, y tuberías, para asegurarte de que están en buen estado.
    • Determina el Tipo de Refrigerante: Selecciona un refrigerante compatible con el sistema de los datos tomados en el anterior paso, debe que cumplir con las regulaciones vigentes. La aplicación Ref Tools de Danfoss te puede ayudar a realizar las comprobaciones pertinentes, incluso te dice las vueltas que hay que darle a las válvulas de expansión termostáticas para ajustarlas, aunque debes comprobarlo tu, tan solo es como ayuda.

    Paso 2: Extracción del Refrigerante Antiguo

    1. Apaga el Sistema: Asegúrate de que el sistema esté completamente apagado y desconectado de la fuente de energía para evitar accidentes.
    2. Conecta los Manómetros: Instala manómetros para refrigeración en las válvulas de servicio del sistema para medir las presiones de alta y baja. Esto te permitirá monitorizar el proceso de extracción y asegurarte de que se realiza de forma segura.
    3. Utiliza un Equipo de Recuperación: Conecta una máquina de recuperación de refrigerante a las válvulas de servicio. Este equipo es crucial para extraer el refrigerante del sistema sin liberarlo al ambiente. Asegúrate de que el refrigerante sea almacenado en un recipiente aprobado para su posterior reciclaje o eliminación según las normativas locales.
    4. Monitorea el Proceso: Durante la extracción, utiliza los manómetros para asegurar que todo el refrigerante sea recuperado y que las presiones en el sistema se reduzcan a un nivel seguro antes de proceder al siguiente paso.

    Paso 3: Drenaje del Aceite del Compresor

    1. Drenaje del Aceite: Abre el puerto de aspiración o la válvula de drenaje del compresor para vaciar el aceite usado. Es esencial cambiar el aceite para evitar que residuos del aceite antiguo interactúen negativamente con el nuevo refrigerante, especialmente si el nuevo refrigerante requiere un tipo diferente de lubricante.
    2. Reemplazo de Juntas: Inspecciona y reemplaza las juntas y sellos del compresor si es necesario. Esto es importante para evitar fugas una vez que el nuevo refrigerante y aceite estén en el sistema.
    3. Limpieza del Sistema: Considera la posibilidad de hacer un «flush» del sistema para eliminar cualquier residuo de aceite o contaminantes que puedan haber quedado en las tuberías y componentes.

    Paso 4: Revisión y Modificación de Componentes

    1. Inspección de Válvulas y Tuberías: Verifica la compatibilidad de las válvulas de expansión, filtros secadores y tuberías con el nuevo refrigerante. Los refrigerantes modernos a menudo requieren válvulas ajustadas o reemplazadas para manejar las nuevas presiones y características térmicas.
    2. Modificación de Válvulas: Ajusta las válvulas de expansión o instale nuevas si el deslizamiento de temperatura del refrigerante lo requiere. Un ajuste incorrecto puede causar una pérdida significativa de eficiencia o incluso daños en el sistema.

    Paso 5: Vaciado del Sistema

    1. Conexión de la Bomba de Vacío: Conecta una bomba de vacío a las válvulas de servicio del sistema. La bomba de vacío eliminará el aire y la humedad residual del sistema, lo cual es crucial para evitar daños y asegurar que el nuevo refrigerante funcione correctamente.
    2. Vaciado del Sistema: Ejecuta la bomba de vacío hasta alcanzar un vacío de al menos 500 micrones. El tiempo necesario para mantener este vacío dependerá del tamaño del sistema; cuanto más grande sea la instalación, más tiempo necesitarás dejar la bomba en funcionamiento para garantizar que el sistema esté completamente deshidratado. En general, se recomienda mantener el vacío durante al menos 30 minutos para sistemas pequeños, pero puede ser necesario más tiempo para instalaciones mayores.
    3. Verificación del Vacío: Una vez alcanzado el vacío adecuado, cierra las válvulas de los manómetros y desconecta la bomba de vacío. Espera unos minutos y observa el manómetro de refrigeración para asegurarte de que el vacío se mantiene estable. Si la presión aumenta, podría indicar la presencia de fugas. Es altamente recomendable asegurar la integridad del sistema antes de proceder.
    4. «Romper» el Vacío: Una vez confirmado que el vacío se mantiene, procede a «romper» el vacío añadiendo una pequeña cantidad de refrigerante hasta tener un poco de presión en el sistema y así poder arrancar. Este paso es crucial para preparar el sistema para la carga completa del refrigerante.

    Paso 6: Carga del Refrigerante

    1. Carga Inicial: Con el vacío roto y las presiones estabilizadas, asegúrate que arranque el compresor y por la aspiración comienza a cargar el refrigerante en fase líquida a través del lado de baja presión. Hazlo lentamente, monitoreando cuidadosamente las presiones con los manómetros para evitar sobrecargar el sistema ya que podrías darle un golpe del liquido al compresor.
    2. Ajuste de la Carga: Continua cargando el refrigerante hasta alcanzar la carga especificada por el fabricante para sistemas de aire acondicionado. En sistemas de refrigeración, es común ajustar la carga observando el visor del depósito de líquido, asegurando que el nivel sea adecuado para el tipo de instalación (comercial o industrial). En caso de equipos autónomos de refrigeración que no acostumbran a tener visor en el calderín o deposito de liquido se llena visor de línea de liquido.

    Paso 7: Prueba del Sistema

    1. Monitorización: Con el equipo encendido monitoriza los parámetros clave usando los manómetros y termómetros. Verifica las presiones de alta y baja, la temperatura de evaporación, y la temperatura de descarga del compresor para asegurarte de que todo está funcionando dentro de los rangos normales.
    2. Ajustes Finales: Si es necesario, ajusta las válvulas de expansión u otros componentes para optimizar el rendimiento del sistema con el nuevo refrigerante.

    Paso 8: Documentación y Seguimiento

    1. Registro del Proceso: Documenta cada paso realizado, incluyendo el tipo y cantidad de refrigerante retirado y cargado, los ajustes hechos y los resultados de las pruebas de funcionamiento.
    2. Mantenimiento Regular: Programa revisiones periódicas para asegurar que el sistema sigue operando eficientemente con el nuevo refrigerante y sin fugas. Este mantenimiento preventivo es clave para evitar problemas futuros.


    Beneficios del Retrofit en Sistemas de Refrigeración

    Realizar un retrofit tiene varios beneficios clave. No solo permite cumplir con las normativas ambientales al usar refrigerantes de bajo GWP, sino que también mejora la eficiencia energética del sistema, lo que puede resultar en menores costos operativos. Además, prolonga la vida útil del equipo, evitando la necesidad de un reemplazo completo, lo cual sería mucho más costoso.


    Conclusión: Elegir la Mejor Opción para Tu Sistema

    Elegir entre un retrofit completo o un drop-in dependerá de las características específicas de tu sistema y tus objetivos a largo plazo. Un retrofit completo garantiza una mayor eficiencia y compatibilidad, mientras que un drop-in puede ser una solución rápida y económica. En cualquier caso, es fundamental realizar un análisis detallado y contar con el asesoramiento de un profesional para asegurar que el cambio de refrigerante se realice correctamente.


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